Cuando escuché esta frase me hizo reflexionar sobre la importancia de encontrar un balance entre mi vida laboral y mi vida personal. En ese momento, el vivir en un lugar hermoso, el conocer personas increíbles y trabajar en una empresa de mi agrado no parecían tener mucha importancia; ya que en muchas ocasiones el estrés no me permitía disfrutar completamente de todas las cosas buenas que me estaban pasando.
Conforme pasaba el tiempo, me preguntaba porque no lograba sentirme plena, y me di cuenta que así como muchísimas otras personas, estaba confundiendo la disciplina, el esfuerzo y la dedicación con la auto explotación laboral. No sabía como separar mi vida personal de mi vida laboral, y, sinceramente hasta me parecía irresponsable pensar en hacerlo.
En este mundo donde a veces todo parece ir tan rápido, ser “multitask” y el saber trabajar bajo presión son requerimientos que siguen siendo considerados como cualidades, apesar de que ya existen varias investigaciones que hablan de cómo el trabajar de esa forma lejos de ser beneficiosa afecta a la productividad y a la salud de nuestro cerebro.
Sin embargo, a diferencia de lo que nos gusta creer, el cerebro no es tan eficiente al manejar varias tareas a la vez. De hecho, los estudios indican que las personas que tienen este mal hábito tienden a mostrar más impulsividad y se distraen más fácilmente, provocando así más tendencia a equivocarse.
Aunque el significado de esta frase «Trabaja para vivir, no vivas para trabajar» es muy sencillo, los desafíos al encontrar un equilibrio en tu vida no lo son; esto es debido a la cultura del trabajo constante, las expectativas profesionales que tenemos, la manera en la que gestionamos la conectividad a nuestros dispositivos electrónicos, y por su puesto a la presión financera. Por esto es necesario que te sientes y planees soluciones que se adapten a tus necesidades y a tus objetivos personales.
Algunas estrategias que puedes comenzar a implementar son:
1. Establece límites
Recuerda que comenzar poniendo límites a uno mismo, es la clave para aprender a poner límites a las demás personas. Puedes comenzar por apagar el correo electrónico y las notificaciones de trabajo fuera del horario laboral.
2. Prioriza tu bienestar
Lleva un calendario donde marques los días que planeas dedicar tiempo a realizar actividades que te ayuden a cuidar tu salud física y mental, como el ejercicio, la meditación y el autocuidado. Y, ¡Dale seguimiento!
3. Planifica tiempo para la familia y amigos
Reserva tiempo de calidad para tus seres queridos. A veces pasa mucho tiempo antes de que puedas ver a algunos de tus familiares y amigos. Y cuando por fin lo haces, en ocasiones te encuentras desconectado, sin disfrutar conscientemente del momento. El proponerte tener atención plena en esos momentos tan especiales te beneficia tanto a ti como a tu compañía.
4. Establece metas realistas
Define metas laborales específicas, medibles, alcanzables, realistas y de duración limitada. El proponerte algo que realmente puedes cumplir es la clave para seguir avanzando.
5. Desconéctate digitalmente
Establece momentos sin dispositivos electrónicos. Analizar el tiempo que pasas en pantalla es ideal para llevar un control sano sobre como lo administras. La pantalla nos genera satisfacción instantanea pero a largo plazo nos termina afectando más de lo que nos beneficia.
Finalmente, trata de guardar y recordar esta frase para que te acompañe a lo largo de tu trayectoria, definitivamente te ayudará a mantenerte motivada y a disfrutar el camino hacia tu meta final a pesar de las adversidades.
Referencias
Noel Gallagher Quotes. (n.d.). BrainyQuote.com. Retrieved September 6, 2023, from BrainyQuote.com Web site: https://www.brainyquote.com/quotes/noel_gallagher_552266
Kendra Cherry, M. (2010, April 6). How multitasking affects productivity and brain health. Verywell Mind. https://www.verywellmind.com/multitasking-2795003
Sanbonmatsu DM, Strayer DL, Medeiros-Ward N, Watson JM. Who multi-tasks and why? Multi-tasking ability, perceived multi-tasking ability, impulsivity, and sensation seeking. PLOS ONE. 2013;8(1):e54402. doi:10.1371/journal.pone.0054402